Nosotros no somos guepardos, pero no somos tan distintos. Tenemos la misma relación con la gravedad: tira de nosotros hacia abajo pero somos seres vivos capaces de oponernos a ella y movernos. Nuestra cabeza lidera el movimiento, como la suya. En su caso se observa en cada paso que da; en nuestro caso, mirando alrededor es fácil poner en cuestión que esto sea así.
El guepardo se alarga cada vez que da un paso. Lo podemos ver en el video. Entonces ¿por qué los seres humanos nos acortamos tanto cuando emprendemos una tarea? o cuando nos enfadamos, deprimimos, llevamos prisa o estamos estresados.
Si miramos a un niño pequeño vemos que es capaz de llorar, enfadarse, reírse o dormirse sin perder un ápice de su longitud corporal. Cuando le vemos en el parque jugando a tope, sudando y divirtiéndose, la columna vertebral mantiene su espacio, el cuello no se tuerce hacia los lados ni pierde amplitud.
Pero los adultos somos otra cosa. Los niños se educan bajo el sello de la inconsciencia corporal. Aprenden a pedirle a su cuerpo lo que quieren de él y durante mucho tiempo, responde adecuadamente. Así que a los doce o trece años ya se ve a chavales muy torcidos y que sin embargo no tienen ninguna conciencia de que algo vaya mal.
La mayor parte de mis alumnos adultos han “perdido el hilo” de sus cuerpos. Cuando un evento particularmente exigente les genera un problema no tienen ni la menor idea de donde viene ni cómo resolverlo. A menudo el fisioterapeuta o el osteópata les proporciona un alivio que no saben como mantener.
Suelo trabajar con mis alumnos haciendo muchas preguntas. He aprendido que lo más importante es tener buenas preguntas. Éstas proporcionarán buenas respuestas. Buscar la respuesta a un problema sin tener la pregunta adecuada es una tarea poco eficiente. Y la Técnica Alexander !proporciona muy buenas preguntas!
Así que ahí te dejo la pregunta del día: ahora que estás leyendo esto...¿te estás encogiendo? ¿o alargando?Se puede formular de otra forma, ¿te estás yendo hacia abajo? Puede que no lo sepas. OK. Saber que no sentimos ya es sentir algo. O que seas consciente de que te estás acortando, o yendo hacia abajo. ¿Qué hacer entonces? Llega la siguiente pregunta: y ¿qué parte de ti se está encogiendo y te está llevando hacia abajo?
Este es el trabajo. Si vuelves a mirar el video y te preguntas si el guepardo se encoge o se va hacia abajo….verás con claridad lo que quiero decir.
Marta Barón